Sentados en un banco, muriendo por besarnos.
Desde aquí se ve la respuesta a todos los enigmas.
Qué pequeña es la vida cuando miramos hacia arriba, a ese cielo ininterrumpido que nos rodea.
Cuando no buscamos el infinito en la mirada del otro, sino en aquel lugar donde se apagan poco a poco las estrellas.
Pasando página llegué a este banco.
Cuando tú estás sentado a cinco centímetros de mí y sé que te encuentras en tu décima reflexión sobre el contorno de mi boca.
Perdidos en las constelaciones, buscando otro planeta para escapar de la presión de la atmósfera.
En Urano, pensando que somos el séptimo pecado capital.
De aquí al cielo nos queda poco camino, tenemos que cambiarlo todo para poder llegar allí.
Empezaremos por cambiar la perspectiva, lo primero es buscar el infinito en los ojos del otro...
Y volar a Urano, o al infierno....
Qué más da a dónde se vaya si es volando.
Anaisbela
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